Después de hacer mi primer pan hace apenas dos semanas, me apetecía volver a probar, pero con otra receta (el primero fué con un preparado de harina para pan, podéis verlo aquí) . Ayer tenía en el frigorífico un par de cubitos de levadura fresca de panadero a punto de caducar, así que me puse manos a la obra, a buscar una receta de pan de molde, por ejemplo. Encontré una receta de Directo al paladar que me gustó, y aquí está mi pan de molde:
Hacía una tarde bastante desapacible, así que me puse con mis peques y los tres nos pasamos la tarde haciendo pan. Nos lo pasamos genial, la verdad. Es mucho más sencillo de lo que yo pensaba, así que cualquier día de éstos lo vuelvo a hacer, que hay un par de cosillas que tengo que mejorar...
INGREDIENTES:
250cc de leche entera
50cc de agua
2 cucharadas de mantequilla
375g de harina de fuerza
2 cucharadas de azúcar
3/4 cucharaditas de sal (yo me quedé un poco corta y me salió un pelín soso, la próxima vez lo ajustaré)
1 cucharadita de levadura seca de panadero (yo le puse levadura prensada, unos 15g. que era lo que tenía en el frigo y calculé que la cantidad era más o menos equivalente)
ELABORACIÓN:
Mezclar la leche con el agua y la mantequilla y calentarla ligeramente (40º máximo) añadir la levadura y verter la mezcla sobre la harina con el azúcar y la sal mezcladas en un cuenco.
Mezclar bien y amasar sobre una superficie enharinada durante unos 10 minutos. Cuando la masa esté lisa y elástica, pasarla a un bol untado con aceite. Tapar con film y dejar fermentar 40 minutos o hasta que doble su volumen.
Una vez fermentado volver a amasarlo en una superficie enharinada un par de minutos, para eliminar el exceso de gas en la masa. Darle forma de rulo con la longitud aproximada del molde (yo usé un pirex de los de plum cake).
Precalentar el horno a 200º poniendo una bandeja en la base con agua. Engrasar el molde con mantequilla y poner la masa dentro. Tapar con un paño limpio y dejar fermentar durante 40 minutos en un sitio cálido o hasta que la masa salga por encima del borde del molde.
Aquí tuve un "problemilla" de logística porque me pilló la cena de la peque y tardé más de lo previsto en meter el pan en el horno, así que la masa no solo salía por encima del borde, sino que rebosaba. El resultado simplemente ha sido que las rebanadas tienen forma como de camiseta, ja, ja, ja... por lo demás, la textura es perfecta.
Bueno, a lo que vamos. Una vez que ha subido, hacer una incisión a lo largo en la masa, como de un centimetro de profundidad, con un cuchillo afilado. Poner en el centro del horno durante 30-40 minutos, o hasta que quede dorado y cocido. El mío estuvo unos 40 minutos. La parte de la base parecía que aún estaba blanca pero al desmoldarlo ví que empezaba a coger color, así que estaba en su punto.
Sacar del horno y dejar templar en el molde. desmoldar y dejar enfriar por completo. En directo al paladar decían que lo mejor es dejarlo que se asiente un poco hasta el día siguiente y cortarlo en rebanadas.
Aquí tuve otro percance: al sacarlo del horno fuí a desmoldarlo un poco para ver si la parte de abajo estaba hecha, me resbaló y cayó dentro del molde pero golpeando contra uno de los cantos. Como aún estaba caliente y tierno se abolló. Y no hubo forma de quitarle el bollo, así que le quedó una forma un poco extraña. Una vez frío lo corté en rebanadas sin problemas. Y para desayunar, tostadito y con un poco de mantequilla y/o mermelada está realmente delicioso...
A ver si la semana que viene (o antes, en cuanto terminemos con éste) lo vuelvo a hacer y corrijo los pequeños errores (el punto de sal, y el exceso de levado) porque me ha encantado. Creo que voy a empezar a experimentar con el pan... ¿quién se anima?