viernes, 28 de enero de 2011

Pan rápido en pyrex

Otra de pan. Qué le vamos a hacer, he empezado el año con esta fijación, por lo que se ve, ja, ja, ja. Resulta que hoy como había convocatoria de huelga y era probable que no encontrara una panadería abierta para comprar el pan, ya me he levantado pensando que podía probar esta receta. Al final sí he encontrado pan, una baguette pequeña, pero los niños se han comido la mitad antes de volver a casa, así que nos hemos puesto los tres a hacer el pan porque si no no iba a llegar para la cena. Y mirad qué buena pinta:
La receta la ví hace tiempo en pequerecetas, y además de ser muy fácil, es con diferencia la más rápida que he visto. En poco más de una hora el pan hecho y listo para disfrutarlo. Además me ha encantado el sabor, el olor tan rico a pan recién hecho, la corteza crujiente, y la consistencia, como las típicas hogazas de antaño. Todo un descubrimiento. Y lo único que hace falta es una cazuela de pyrex con tapa. Es de lo más curioso. Os lo explico:

Ingredientes:
310g. de harina de fuerza
175g. de agua templada
20g. de aceite de oliva
15g. de levadura fresca de panadería
1 cucharadita de sal.

Preparación:
Poner la harina en un bol y añadirle la levadura disuelta en un poco del agua templada. Mezclar y añadir el aceite y el resto del agua. Mezclar bien con una cuchara de madera, y cuando la masa esté más o menos homogénea, añadir la sal, mezclar otro poco, y amasarla sobre una superficie enharinada. No hace falta amasar demasiado, yo lo habré amasado poco más de cinco minutos, hasta que todo estaba bien integrado y la masa se veía uniforme. A continuación engrasamos la cazuela de pyrex (y en la receta no lo ponía pero creo que habría que ponerle un poco de harina, porque se me ha pegado un poco la corteza del pan en la base) hacemos una bola con la masa, la colocamos dentro, la pincelamos con aceite y le damos unos cortes con un cuchillo. Espolvoreamos harina por encima y le ponemos la tapa. Luego la introducimos en el horno y lo conectamos a 220º SIN PRECALENTARLO. Dejar que se haga por unos 50 minutos, después sacarlo y dejar que se enfríe sobre una rejilla.

Parece increible porque lo metes en el horno frío, y a medida que va cogiendo temperatura el pan se va hinchando, y al cabo de unos veinte minutos ya tiene un tamaño interesante, y entonces empieza a coger color ¡dentro de la cazuela! y cuando lo sacas está doradito y crujiente. Es impresionante.
Nos hemos comido medio pan en la cena, así que mañana para desayunar, ya estoy saboreando las tostadas rústicas que me voy a hacer... Mmm... una receta para tener en cuenta, porque más fácil y rápida no puede ser. Habrá que probar a "tunearla" a ver cuánto da de si.

Y no, no me he olvidado de las tartas fondant, la semana que viene es el cumple de mi madre y por supuesto que le haré una. Así cambiamos un poco de temática, ¿no?
Pues hala, ahí tenéis la receta. ¿Alguien la ha probado ya?

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