Hoy hace una semana que mi niña hizo su primera comunión. La verdad es que no tenía pensado hacerle yo la tarta, porque en la mayoría de restaurantes no te dan opción, pero resulta que nos dijeron que podíamos llevarla. Y ella se empeñó en que quería que se la hiciera yo. ¿Cómo iba a decirle que no, con la ilusión que le hacía?
La muñeca la compramos para guardarla como recuerdo, por si las dudas. Lo demás, las florecitas y la plaquita con el nombre, lo hicimos entre ella y yo. ¡No sabéis con qué ilusión colaboró en su tarta tiñendo fondant y cortando flores! Tengo una pequeña artista en casa.
La verdad es que quedó preciosa y llamaba un montón la atención, porque tenía un tamaño considerable. Y al mismo tiempo era elegante, clásica, alegre... ¿Se nota que estoy encantada con el resultado?
Un poquito más de vuelta para que la veáis bien por todas partes:
El remolino de flores hacía un efecto muy bonito.
Y además estaba muy buena. Era un bizcocho de yogur de chocolate relleno de swiss merengue buttercream de chocolate también. La homenajeada mandaba, y a ella le gusta el chocolate.
Pues hasta aquí llegan las fotos. De todos los ángulos, que no se diga.
¡Ah, me faltaba enseñaros de cerca el rótulo con el nombre! Yo creo que quedó muy mono.
Y ahora sí, espero que os haya gustado. ¡Gracias por pasar por aquí!
