Estamos en plena vuelta al cole y además desde este año mi niño se tiene que llevar algo para comer a media mañana. No llevamos ni una semana y ya estoy pensando en qué alternativas tengo, porque la verdad, si le pongo el típico bocadillo luego no va a comer nada a mediodía, porque no es un niño con un gran apetito. De momento le he ido alternando algo de fruta, unas galletas... y pensé que, una vez a la semana o dos tampoco es mala idea ponerle alguna magdalena, muffin, o un trozo de bizcocho casero, o unas galletas hechas en casa. Así que hoy se ha llevado algunas de estas galletas de plátano y chocolate.
La receta básica ya la publiqué hace tiempo, son las galletas del quinto elemento. En este caso ese quinto elemento era mitad y mitad, plátano triturado y virutas de chocolate con leche.
La textura, al llevar fruta queda más tierna, a medio camino entre la galleta y el bizcocho, a pesar de que los bordes se empiezan a tostar el centro no se endurece del todo. A mí la verdad es que me gustan un pelín más crujientes, con frutos secos, o muesli, pero aún así han quedado riquísimas. Empecé anoche a "probar a ver qué tal habían quedado" y me comí media docena así, una detrás de otra. Esta mañana el peque las ha probado para desayunar y le han encantado, así que se ha ido tan contento con ellas para el colegio.
Resumo la receta:
Se compone como su nombre indica, de cinco elementos:
El primero, un huevo, que se echa en un vaso (yo uso de los de plástico desechable) y se marca con un lápiz o un rotulador el volumen que ocupa. Se pone en otro recipiente aparte y seguimos, usando el vaso para tomar la misma medida del resto de los ingredientes, la misma cantidad de todos.
Preparamos una medida de harina y otra de azúcar, y mezclamos estos dos ingredientes en un bol. Le ponemos una pizquita de sal y añadimos el huevo ligeramente batido. A continuación medimos otro tanto de aceite de girasol, y lo añadimos a la masa poco a poco, como en tres tandas, yo lo mezclo con varillas manuales.
Y por fin, el Quinto Elemento, que en este caso era la mezcla de plátano chafado y virutas de chocolate.
Cubrimos la bandeja del horno con papel de hornear y echamos la masa con una cucharita, no mucha cantidad de cada vez, una cucharadita de postre colmada está bien. La masa queda bastante líquida y además se "aplana" aun más hasta que se empieza a hornear, por lo que si ponemos mucha cantidad y no separamos suficientemente los montoncitos, se acabarán juntando las galletas. Se meten en el horno precalentado a 180 durante 15 minutos aproximadamente, hasta que los bordes se doren ligeramente.
Nada más sacarlas del horno hay que "despegarlas" de su sitio mientras están aún blandas. Yo les paso la punta de un cuchillo para soltarlas. En un par de minutos ya se pueden retirar de la bandeja porque enseguida se endurecen al enfriarse.
Y listo. Entre precalentar el horno, preparar la masa, hornear y enfriar, media hora escasa. Si el huevo es pequeño sale la cantidad justa para una bandeja, y si es grande, dos bandejas y terminamos.
Creo que se va a llevar galletas de éstas de vez en cuando, porque las posibilidades son infinitas y además son super fáciles y rápidas de hacer.
A ver si van pasando los calores y voy cogiendo rutina de probar recetas nuevas, que la verdad, ya tenía ganas. Creo que el almuerzo del niño va a ser una buena excusa para poner al día mi lista de pendientes...