LA RECETA no puede ser más sencilla, se compone como su nombre indica, de cinco elementos:
El primero, un huevo, que se echa en un vaso (yo uso de los de plástico desechable) y se marca con un lápiz o un rotulador el volumen que ocupa. Se pone en otro recipiente aparte y seguimos, usando el vaso para tomar la misma medida del resto de los ingredientes, la misma cantidad de todos.
Preparamos una medida de harina y otra de azúcar, y mezclamos estos dos ingredientes en un bol. Le ponemos una pizquita de sal y añadimos el huevo ligeramente batido. A continuación medimos otro tanto de aceite de girasol, y lo añadimos a la masa poco a poco, como en tres tandas, yo lo mezclo con varillas manuales.
Y por fin, el Quinto Elemento, que puede ser casi cualquier cosa, lo que más te apetezca en ese momento. Yo las primeras las hice con chocolate rallado y unas gotas de esencia de vainilla, y casi diría que son las mejores.
Cubrimos la bandeja del horno con papel de hornear y echamos la masa con una cucharita, no mucha cantidad de cada vez, una cucharadita de postre colmada está bien. La masa queda bastante líquida y además se "aplana" aun más hasta que se empieza a hornear, por lo que si ponemos mucha cantidad y no separamos suficientemente los montoncitos, se acabarán juntando las galletas. Se meten en el horno precalentado a 180 durante 15 minutos aproximadamente, hasta que los bordes se doren ligeramente.
Nada más sacarlas del horno hay que "despegarlas" de su sitio mientras están aún blandas. Yo les paso la punta de un cuchillo para soltarlas. En un par de minutos ya se pueden retirar de la bandeja porque enseguida se endurecen al enfriarse.
Y listo. Entre precalentar el horno, preparar la masa, hornear y enfriar, media hora escasa. Si el huevo es pequeño sale la cantidad justa para una bandeja.
Otras opciones (que yo he comprobado también con resultados satisfactorios) son: de cacahuete, de muesli de chocolate, y de nueces y vainilla. Para mi gusto un elemento crujiente les da una textura de lo más interesante. Os animo a probar cuantas variantes se os ocurran.
Otras opciones (que yo he comprobado también con resultados satisfactorios) son: de cacahuete, de muesli de chocolate, y de nueces y vainilla. Para mi gusto un elemento crujiente les da una textura de lo más interesante. Os animo a probar cuantas variantes se os ocurran.