Al final sólo se llevó uno porque la cena se suspendió y se lo llevó a la oficina para tomárselo con el café, pero luego me dijo que si se lleva los dos, caen los dos, porque les gustaron mucho. A mi hijo le pareció genial que se suspendiera la cena porque estaba deseando uno para casa, así que él encantado.
Más o menos les puse la misma decoración de fondant que el año pasado.Unas hojitas de acebo y unas setitas. Rellenos de ganaché de chocolate con leche y cubiertos de ganaché de chocolate negro. Para mí es la combinación perfecta, porque me gusta el chocolate negro, pero si sólo le pongo ése, para los niños (y alguno más) no está lo suficientemente dulce. Si le pongo sólo chocolate con leche, para los niños genial, pero para mí personalmente queda un poco dulzón... que está muy bueno, pero prefiero el puntito amargo del chocolate negro. En fin, para mi gusto así queda perfecto.
Aquí vistas más al detalle:
Y aquí el de hoy. Nos hemos juntado con la familia de mi cuñado y como había bastantes niños, lo he hecho todo de chocolate con leche. Nos lo hemos comido en un visto y no visto. Y claro, a los peques les ha encantado (incluso a mi chiquitina y mis sobrinos, que tienen apenas año y medio). Claro, yo feliz de que tuviera tanto éxito, incluso el sobrino de mi hermana, que casi nunca come tarta, ha repetido.
Me apetecía hacer alguna cosita más para decorar, así que le he puesto un conejito navideño abriendo sus regalitos, junto con las ya habituales hojitas de acebo, y una setita. Cómo no, a los peques les ha encantado también la decoración.
Bueno, pues ya pasó la navidad. Ya veremos qué tal se nos da el cambio de año. Y qué hago para el postre porque no me apetece repetir con el tronco... en fin, ya lo pensaré.