El año pasado ya hice galletas decoradas con glasa para Navidad, pero este año me apetecía hacer algo más elaborado, sobre todo después del curso que hice para Halloween, que me dió un poco de soltura y ganas de experimentar con diseños más trabajados. La idea era preparar 24 galletas, una por cada día del adviento, y montarlas en una bandejita en plan calendario, para comer cada día una galleta e ir contando así los días que faltan para Navidad. El año pasado le compré a mi hijo un calendario de adviento de chocolatinas, de esos que hay en todos los supermercados, y fué un exitazo, cada mañana comerse su chocolatina y ver si aún faltaban muchas o pocas. Como las galletas glaseadas le encantan, me pareció que hacer la versión de galletas sería una buena idea. Y ya que a la peque, y a mis sobrinos también les encantan las galletas, pues me lié la manta a la cabeza y ¡hala, cinco calendarios! a 24 galletas cada uno, 120 galletas. Entre hacer la masa, dejarla un día para que cogiera firmeza, hornearlas, hacer la glasa, teñirla de 6 colores diferentes, dividirla en glasa de delineado y glasa de relleno, decorarlas (uf, cuántas galletas) darles a la mayoría un segundo delineado para resaltar detalles... Vamos, que me he tirado una semana preparándolas y he terminado por los pelos. Bueno, la cara de mi hijo esta mañana cuando lo ha visto terminado y ha cogido su primera galleta, ha hecho que merecieran la pena las todas horas que he invertido.
Éste es su calendario terminado:
La última galleta de cada calendario es un calcetín navideño con el nombre, para que no se confunda con el calendario de su hermana.
Aquí dos calendarios ya preparados y dos bandejas listas para poner las galletas:
En fin, pues ya están. Aquí la foto de los cinco calendarios:
Y otra foto de las galletas ¡estoy tan orgullosa de cómo me han quedado! Aunque unas están mejor que otras, en general me encantan, para qué negarlo.
¡Ya nos metemos de lleno en la Navidad!