El viernes mi sobrino Oskitz cumplió 5 añazos, parece mentira. Por estas fechas, hace dos años, hice mi primera tarta fondant para un cumple familiar, una de Bob Esponja, para celebrar sus tres añitos. Y mira donde estamos ya. Este año parece que no tenía un tema muy decidido, pero a mi hermana se le ocurrió que por ejemplo de los pitufos le iba a gustar.
Entre el cumpleaños de mi marido y Halloween que venían casi seguidos, no tenía ni tiempo ni intenciones de ponerme a modelar pitufos, más aún cuando sé que tanto a mi hijo como a mi sobrino les encanta sobre todo quedarse de recuerdo el muñequito que decora la tarta (que en este caso eran cuatro). Pues nada, sin muchas complicaciones, la típica casita de pitufos:
Como digo, los muñequitos son de plástico. Lo demás (o sea, la casita entera) bizcocho msc de vainilla con almibar también de vainilla y relleno de swiss merengue buttercream de chocolate. Quedó muy rico, la verdad. Al bizcocho le había puesto fideos de azucar de colores con idea de que quedara un poco tipo "confetti cake", pero apenas se apreciaban las manchitas, eso sí, algo de color le daba, y además como estaba muy bueno, pues quedé conforme, y mi sobri también, que fué él quien eligió los sabores.
La tarta no era muy grande, porque supuestamente ibamos a ser la familia y si acaso algun amiguito del cole que se pasara por allí. Yo había calculado como diez adultos y ocho o diez niños, además la mayoría pequeñitos. El año que viene (nota para mí misma) le voy a exigir a mi hermana una lista de asistentes, porque empezaron a llegar amiguitos y el número inicial se duplicó, más o menos. Y yo con el agobio de que no iba a llegar la tarta para todos... con lo poco que costaba hacerla un poco más grande. Suerte que lo normal es que yo calcule raciones de más, por el miedo a quedarme corta, y además las tartas fondant llenan bastante, con lo que cunden más que una tarta tradicional. Así que a pesar de mi apuro inicial, la tarta llegó para todos.
Aquí en la mesa del cumple, con las velitas pinchadas:
Y aquí la veis, cuando empezamos a meterle el cuchillo... ja, ja, ja, no puedo resistirme a poner siempre la foto del "crimen":
¿A que tiene buena pinta? Obviamente no quedaron ni las migas. Ahora que me lo hicieron pasar mal... qué apuro pasé. El año que viene, en represalia, le voy a hacer una tarta de dos o tres pisos, y van a estar desayunando tarta un mes, ja, ja, ja...
Bueeeno, no creo, que no soy tan mala. Lo importante es al cumpleañero le gustó mucho, y todos nos lo pasamos muy bien. Al fin y al cabo eso es lo que cuenta.
¡Zorionak, Oskitz!