Amaia me pidió una tarta de temática caribeña para una amiga que se va a la República Dominicana.
Hoy tenían una cena de despedida, y sus amigas querían darle una sorpresa. Más o menos se nos ocurrió la misma idea: una playita de arena blanca, con un mar azul, y un morenazo tomando el sol en su toalla, con su bebida fresquita y su botellita de ron al lado, a la sombra de una palmera. Típica imagen del relax caribeño, ¿no os parece?
Aunque modelar el fondant con el calor que ha hecho estos últimos días ha sido casi una pesadilla, he disfrutado como una enana con esta tarta. Yo he estado dos veces en la República Dominicana, así que ha sido genial tratar de capturar en cada detalle un poquito de la esencia de esas maravillosas playas, y ese ambientito tan especial...
El bizcocho es un brownie de chocolate al microondas, relleno de swiss merengue buttercream de chocolate, con almíbar de caramelo. A mi me encanta esa combinación.
En fin, espero que le haya gustado la sorpresa tanto como a mí hacer la tarta. Ay, qué envidia, qué ganas de vacaciones... en fin... nos conformaremos de momento con pensar en las palmeritas y en la brisa del mar...
¿Quién se apunta a una piña colada? A falta de vacaciones, ja, ja, ja...