Me ha encantado hacer esta tarta, la he disfrutado un montón. Por el modelado, que parece que por fin me van quedando a mi gusto, por los detallitos (esa barandilla... qué trabajo tiene, pero cómo me gusta) por el significado que tiene (es que yo soy de San Sebastián, no se si se nota mucho, je, je), y porque la verdad, me quedó exactamente como la imaginé desde un principio.
El caso es que al padre de Irantzu, mi compañera del trabajo, le gusta mucho la Tamborrada de San Sebastián. Y por su cumpleaños ella pensó que le gustaría una tarta relacionada con ese tema, o con la ciudad en sí. En un principio imaginó algo como un tambor (¿demasiado sencillo?) o un tamborrero-tarta 3D (ufff... ¿y eso cómo se corta y se sostiene?) pero como además la tarta era relativamente pequeña... según me iba contando sus ideas a mí se me ocurrió mi propia versión... Rápidamente hicimos un boceto, y el resultado sería un tamborrero (bueno, en realidad lo que lleva es un barril, que es cocinero) tocando en el medio de la Bahía de la Concha.
En un lado la Playa de la Concha con su famosa barandilla, y en el otro el mar Cantábrico. Y él pequeño protagonista de la tarta, sobre la Isla de Santa Clara, en el centro de la bahía...
El muñequito va modelado en fondant+CMC. Suerte que estos días pasados aflojó un poco el calor, que si no... el fondant se trabaja fatal con estos calores. Todo lo demás es fondant, salvo los palos que son trozos de brocheta. No quise arriesgarme a modelarlos y que se partieran.
El bizcocho es de yogur de vainilla, relleno de swiss merengue buttercream de chocolate y con almibar de caramelo. Una de mis combinaciones favoritas. Por cierto, que no os he enseñado la parte de atrás, la vista de la bahía desde el mar...
Me ha encantado la cara de mi compi cuando la ha visto... creo que le ha gustado casi tanto como a mi, je, je... Y por lo que me ha dicho, la tarta ha sido un éxito, ¡qué satisfacción! Estoy deseando saber todos los detalles.
¡Y espero que a vosotros también os guste! ¿Qué me decís?