He estado dudando si publicar esta receta, porque la verdad es que casi todo el mundo la conoce, pero como es de las que más utilizo para mis tartas, pues al final he pensado que sí. El clásico bizcocho de yogur, que yo conozco desde pequeña porque en el colegio nos lo enseñaban en talleres de cocina. Sólo que entonces lo hacíamos con yogur de limón y ralladura de limón, y ahora lo hago con yogur natural y esencia de vainilla, que va mucho mejor con los sabores que me gustan en las tartas.
Ingredientes:
Un yogur natural
3 huevos
Dos vasitos de azúcar (utilizando como medida el vasito de yogur)
Tres vasitos de harina Bizcochona
Medio vasito de aceite de girasol.
Una o dos cucharaditas de esencia de vainilla (al gusto, según lo intenso que nos guste el sabor).
Preparación:
Precalentar el horno a 175º y encamisar un molde, (si utilizamos uno de silicona no hace falta).
En un bol, batir los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla espumosa. Añadir el yogur y el aceite y batir hasta que estén integrados.
Agregar la harina tamizándola o pasándola por un colador, incorporarla con movimientos envolventes con una cuchara o una espátula. Añadir la esencia y remover un poco más.
Vocar la masa en el molde y hornear unos 35-40 minutos (depende del molde y del horno). A partir de los 30 minutos, si se ve por encima que parece hecho, se puede hacer la prueba del palillo, pinchando con una brocheta de madera. Si sale limpio de masa, ya está, si no, dejarlo 5-10 minutos más o hasta que el palillo salga limpio. Como siempre digo, depende de cada horno.
Es una receta sencillísima, pero sale un bizcocho jugoso y buenísimo. A mi peque le encanta para desayunar (y mira que me cuesta que coma algo por la mañana...). Para tartas fondant es estupendo, mantiene mucho mejor la humedad que el Madeira Sponge Cake, así que si forma de la tarta es simple y no hay que tallarla, para mí es el bizcocho perfecto.
Y aprovechando que hoy pensaba hacer una tartita pequeña, pues he hecho también un bizcochito para el desayuno, del que ya ha caído la mitad, como veis. ¿A que tiene buena pinta?