Por fin este fin de semana pasado tuvo lugar Expotarta en Madrid, en el hotel NH Eurobuilding. Después de la fantástica experiencia que tuve en Septiembre cuando fuí al Sugar, estaba deseando que llegara Expotarta, porque lo lógico era que fuera más grande y mejor. Lo cierto es que ha sido un fin de semana increíble, me lo he pasado genial, he tenido la ocasión de reencontrarme con algunos amigos, de ponerles cara y voz a otros y hasta de conocer a algunos nuevos. Qué curioso, cómo se puede conectar con gente a la que en un principio no conoces apenas de nada, pero con la que tienes en común una pasión como la repostería decorativa. El ambiente ha sido fantástico.
Sobre la feria, pues para ser sincera, en mi opinión ha habido cosas positivas y otras no tanto. Por una parte, la ubicación me pareció muy buena, un sitio céntrico y bien comunicado. Por otra, la sensación antes de llegar ya era que se había promocionado la feria mucho más que las ediciones que hasta ahora ha habido del Sugar, por lo que se esperaba (al menos entre los blogueros que yo conozco) una gran afluencia de gente. Me habían dicho también que había un montón de expositores, entre tiendas de material, cake designers, talleres... lo cierto es que tanto la cantidad como el nivel de los participantes era fantástico, pero ahí precisamente empiezan los problemas...
Ha habido una sola cosa negativa, pero para mí ha estado a punto de echar a perder la feria, y es que no han sabido prever que en un mundillo que crece a pasos agigantados, con tanto nivel, y tanta expectación que habían creado, la afluencia de público iba a tener que obligar a la organización a restringir el acceso por completarse el aforo apenas hora y media después de la apertura. El salón se quedó tan pequeño que era imposible moverse, hacer fotos, o como he comentado, ni siquiera entrar. A media mañana la cola daba la vuelta a la manzana. El pasillo donde se exponían los trabajos presentados a concurso era un embudo. La zona donde se hacían las demostraciones se desbordaba. Hasta oí comentar a una chica que le habían entrado ganas de llorar...
En fin, si de algo puede servir, es para que la próxima edición sea en un recinto mayor (o mejor aún, mucho mayor) para que la gente que se desplazó a Madrid desde toda la península e incluso desde las islas, pueda disfrutarla con más tiempo, más tranquilidad, sin prisas y sin agobios. A pesar de los inconvenientes, a mi me pareció que casi todo el mundo andaba como yo, con la boca abierta. Para muestra, un botón, empezamos con algunas de las tartas de boda presentadas a concurso:
Y algunas de las de flores:
Seguimos con galletas y los cupcakes:
Y las tartas infantiles, espectaculares:
Algunas de las mesas de venta y exposición:
El stand de Ases de Tartas, donde pasé bastante tiempo saludando a amigos venidos de todas partes:
Yo no había llevado nada para exponer en la mesa de Ases, pero tenían puesto un powerpoint con imagenes de diferentes trabajos de los socios, y entre ellos estaban mis galletas del curso de navidad de galletas pintadas, ¡qué ilusión me hizo verlas allí!
Y para terminar alguna muestra de las demostraciones, Viviana, de Sucre i Vainilla pintando una tarta en la mesa de Ases de Tartas:
Fran Segura en el stand de Tartilandia, haciendo piruletas de chocolate (qué buena idea):
Y la charla de Bea Roque, de El rincón de Bea.
Bueno, si alguien no se ha aburrido todavía de ver fotos, aún hay más en mi recién estrenado facebook del blog (es que era el único sitio donde podía compartirlas todas sin que tardara dos horas en cargarse la página, ja, ja, ja), así que si os apetece verlas, las tenéis aquí.
A todos los que habéis compartido aunque sea un ratito conmigo este fin de semana, gracias por los buenos recuerdos, ya estoy aguardando la próxima ocasión.
Por cierto, me encantaron las piruletas de chocolate, ja, ja, ja...