Por segundo año consecutivo, el roscón de reyes que hemos desayunado hoy en casa ha sido casero. El año pasado ya me animé con una receta de mi querida amiga Conxi, y este año con otra nueva. La de Conxi la verdad es que me salió buenísima, pero por probar, este año he hecho la que proponían tanto Tarta Chic como Yocuna. El resultado la verdad es que también fantástico. No sé si es más fácil o va a ser que como ya le perdí el miedo el año pasado, este año me ha costado menos.
En fin, mirad qué pinta:
La receta es de Susana, de Webos Fritos. La transcribo del blog de Tarta Chic:
Con las cantidades que se indican, salen 2 roscones medianos.
Ingredientes.
Para el azúcar glas aromatizado 120 gr de azúcar glass.
La piel de medio limón —solo la parte amarilla— la blanca amarga
La piel de media naranja —solo la parte naranja— la blanca amarga.
Para preparar la masa madre:
70 gr de leche entera 10 gr de levadura fresca de panadería
1 cucharadita de azúcar
130 gr de harina de fuerza
Para la masa
60 gr de leche entera 70 gr de mantequilla a temperatura ambiente
2 huevos medianos
20 gr de levadura fresca de panadería
25 gr de agua de azahar —al gusto—
450 gr de harina de fuerza
1 pellizco de sal
Los 120 gr de azúcar glas que habremos aromatizado con el limón y la naranja
Para la decoración
Huevo batido Azúcar humedecido con unas gotas de agua.
Frutas confitadas
La masa madre
1. Templar la leche y deshacer la levadura en ella. Mezclar con el resto de los ingredientes y formar una bola.
2. Poner un bol con agua templada y meter la bola de masa madre en él. Cuando flote, en aproximadamente 10 minutos, estará lista para utilizar con la masa principal.
La masa principal
1. Mezclar la levadura desmenuzada con la leche tibia para su fermentación.
2. Tamizar la harina en un bol.
3. Una vez tamizada, añadir los huevos, el azúcar y la mantequilla, una pizca de sal y el agua de azahar, junto con la ralladura de medio limón y de media naranja y la masa madre.
4. Mezclar todo de una manera enérgica. Si tenéis una batidora con ganchos para amasar os vendrá muy bien; si no, a mano.
5. Poner la mezcla sobre la mesa de trabajo, en la que previamente hemos puesto un poco de aceite para evitar que se nos pegue. Comenzar a amasar con las manos aceitadas.
6. Cuando haya quedado la mezcla elástica, apiñarla en una bola y dejar que aumente su tamaño —cinco horas como mínimo—.
7. Una vez que la masa ha duplicado su volumen, dividirla en dos —salvo que prefiráis hacer uno grande— y darles forma de bola. Dejar reposar las bolas cinco minutos.
8. A continuación darles la forma de roscón. Para ello, introducir los dedos en el centro e ir agrandando el agujero. Si la masa tiende a encogerse, es que no está bien relajada: dejarla reposar otros diez minutos y se manejará mejor. Una vez dada la forma, colocar sobre una bandeja de horno en la que habremos puesto papel de hornear. (Nota: si queréis meter alguna sorpresita en el roscón, ponerla ahora insertándola por la base una vez formado y antes de levar. Y por cierto, es aconsejable poner un aro aceitado en el centro para que el roscón mantenga su forma y no se cierre más de la cuenta en el levado).
9. Dejar reposar hasta que doblen su volumen. Este levado es más corto, unas dos horas.
10. Pintar con huevo batido, muy suavemente, sin pinchar el roscón, y adornar con azúcar humedecido con unas gotas de agua y frutas confitadas.
11. Precalentar el horno a 200°, calor arriba y abajo.
12. Hornear entre 15 y 18 minutos, y bajar la temperatura a 180° los últimos 10 minutos de cocción —si vemos que se tuesta demasiado, poner un papel de aluminio por encima—.
13. Dejar reposar sobre una rejilla, y cuando esté frío, rellenar al gusto o comer directamente.
Como veréis en las fotos, yo le puse el azúcar coloreada. Es tan fácil como agregar al azúcar normal unas gotas de colorante líquido en lugar de agua (o mezclado con el agua, según la intensidad de color que se quiera conseguir). La idea se la ví a Yocuna, y a mis peques les ha encantado.
La verdad es que para mí, la pinta que tiene es fantástica, el sabor no muy dulce pero riquísimo (bastante dulce llevamos ya estos días), y la textura genial.
Pues hala, otro año que hemos superado el reto del roscón. A ver el año que viene por cuál me decanto...