Me encantó el resultado, quedó muy vistosa. Aproveché unos moldes de silicona que tengo para hacer conchas y estrellas de mar, y completamos la decoración con esas conchas con las letras de su nombre (hechas con un simple cortador ondulado).
Lo más complicado la verdad es que fue la concha junto a la que está sentada Ariel, que costó una barbaridad que se secara y endureciera como debía ser. Luego unas caracolas aquí, piedrecitas allá, unas algas... Detallitos a tutiplén.
El bizcocho era un brownie de microondas. Superfácil y buenísimo, como siempre. El relleno, ganache de chocolate, que también es acierto seguro.
A la cumpleañera le encantó, así que misión cumplida. Y por cierto, ¡también tuvo galletas a juego! Sus amigos se pirran por ellas. ¡Y es que están buenísimas además de ser preciosas!
¡Espero que os hayan gustado!