Sí, ya sé que voy tarde, pero este año también hemos hecho galletas de Halloween, y aunque son similares a las de años anteriores, no puedo menos que enseñarlas:
Tenemos los ya tradicionales fantasmas, murciélagos, zapatos de bruja, calabazas y momias. Son galletas de chocolate, a petición de los reyes de la casa. Como eran para ellos, ellos mandan.
No se aprecia bien, pero además de estar decoradas con glasa, llevaban purpurina comestible (salvo las calabazas y las momias). Una vista de más cerca:
Como de costumbre, fueron un éxito entre los primos, a los que les tocaron un par por cabeza, y en el cole, cuando mis peques se las llevaron para el almuerzo. Sobre todo porque ellos siempre colaboran para hacerlas, y eso es lo mejor. ¡Ya están hechos unos artistas!